Votos definitivos del padre Juan Pablo Moyano sj

Sus votos definitivos como parte de la Compañía de Jesús pronunció el lunes 13 de mayo Juan Pablo Moyano sj, director de Pastoral y Cuidado de la Persona, junto a los sacerdotes Juan Eduardo Fuenzalida sj  y José Francisco Yuraszeck sj.

Votos definitivos del padre Juan Pablo Moyano sj

Sus votos definitivo en la Compañía de Jesús pronunció el lunes 13 de mayo Juan Pablo Moyano sj, director de Pastoral y Cuidado de la Persona. En la ceremonia realizada en el Santuario de San Alberto Hurtado, pronunciaron también sus últimos votos Juan Eduardo Fuenzalida sj  y José Francisco Yuraszeck sj.

La ceremonia estuvo presidida por el Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, padre Cristián del Campo y concelebrada por otros 50 sacerdotes jesuitas.

Durante la homilía, el Provincial detacó que  “es una gran alegría poder celebrar en medio de tantas dificultades. Nos hace bien compartir la palabra, el pan porque nos vamos animando”, puntualizó.

Asimismo, contó que venía recién llegando de una reunión de provinciales de América Latina en Cuba, donde tuvo la oportunidad de acompañar a un sacerdote jesuita a una misa dominical en la comunidad San Francisco de Paula. “La particularidad de ese templo pequeño, de concreto, construido hace ya varias décadas, pero mal construido, es que después de un ciclón el techo se vino abajo y como no hay recursos ellos siguen celebrando sin techo… Esa imagen me hizo pensar en nuestra iglesia, en nuestra Compañía, que está hoy a la intemperie, sin el techo que nos protegía y que nos permitía estar seguros. Pensar también en que tenemos que reparar algo que no estaba bien construido y para eso tenemos que pensar cómo y qué debemos cambiar”, explicó.

Finalmente, recordó que los tres sacerdotes que pronuncian sus votos en esta ceremonia, lo hacen con la madurez y el sentido de la realidad que le dan todos los años que llevan en la Compañía. “Ahora vuelven a hacerse la pregunta, a abrazar definitivamente a esta Compañía pecadora, imperfecta y hoy con el tejado venido abajo, dispuestos a aceptar cualquier misión que se les encomiende».