Durante la primera semana de enero, nuestros estudiantes de IV° medio se sumergieron en una experiencia única: los Trabajos de Verano en la región del Maule. Acompañados por el Colegio San Ignacio Alonso Ovalle, la CVX y los colegios Padre Hurtado y Juanita los Andes, vivieron una semana llena de significado y propósito.
Organizados en cuadrillas, nuestros jóvenes se instalaron en tres escuelas de las localidades de Quiñipeumo, Colín y Numpay. En las mañanas, entregaron su esfuerzo en los campos circundantes, participando activamente en la plantación y recolección de frutas y hortalizas. Por las tardes, regresaron a las escuelas para participar en actividades recreativas y formativas, como reuniones de cuadrillas, momentos de oración, celebración de la misa y la pausa ignaciana.
Según Rafael García, encargado de pastoral del Cuarto Ciclo, «la finalidad de estos Trabajos de Verano va más allá del simple acto laboral; se trata de sumergirse en la realidad del campo, descubrir el significado profundo del trabajo campesino bajo el sol, y aprender a valorar la labor de quienes cultivan la tierra. Esta experiencia nos invita a vivir un encuentro significativo con Dios a través del servicio, avanzando hacia una comprensión más profunda de la fe vinculada al compromiso con la realidad, la justicia y la solidaridad».
Esta experiencia, sin lugar a dudas, dejará huellas imborrables en nuestros estudiantes. Reforzará su vocación ignaciana y consolidará su misión de «entrar para aprender, salir para servir». Así, inspirados por la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, nuestros jóvenes avanzan en su camino hacia una vida comprometida con el servicio, la justicia y la búsqueda constante de la voluntad divina.