El tiempo que vivimos
Van pasando los días y es natural querer encontrar sentido a lo que estamos viviendo. En este espacio se nos invita a no precipitarnos; a afinar el oído; a escuchar lo mucho que también puede decir el silencio y la espera. Seguir leyendo
Tiempo de aislamiento, tiempo de discernimiento
No es fácil lo que estamos viviendo. Y es natural que en las situaciones de dolor e incertidumbre queramos encontrar una salida, un sentido. La reflexión que sigue, la útima de tres escritas por el sacerdote español Toni Catalá sj para estos días en que inesperadamente se ha roto nuestra cotidianidad y hemos debido cambiar nuestros modos de trabajar, estudiar y relacionarnos, es un llamado a no precipitarnos. Un llamado a escuchar lo que nos dice el silencio. A sencillamente reconocer nuestros límites y vivir la hondura de este tiempo…
Tercera y útima meditación: El tiempo que vivimos muestra la necesidad de no llenarnos de palabras vacías, sino a afinar el oído: a escuchar el silencio, la hondura del remezón que en estos días estamos compartiendo en todo el planeta. Ver texto
Segunda meditación. En estos días de cuarentena -algo que nunca hubiéramos imaginado que nos iba a ocurrir-, nos acechan los miedos. «Discernir es mirarlos de frente y nombrarlos, aunque provoque vértigo y tengamos que respirar hondo». Ver texto
Primera meditación Discernimiento de aquello que experimentamos en nuestro interior personal, familiar o comunitario en este tiempo inesperado en que hemos debido cambiar nuestro modo de estar en casa, en el trabajo, en el barrio y en la ciudad. Ver texto