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Testimonio vigilia Confirmación

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«Lo único para mí es la base de todo, es el proyecto de Jesús»

Testimonio del ex alumno Esteban Vivalda Matus, leído durante la vigilia de Confirmación que se realizó en el colegio el viernes 7 de junio.

«Lo único en lo que me puedo sostener y que para mí es la base de todo, es el proyecto de Jesús»

Testimonio del ex alumno Esteban Vivalda Matus, leído durante la vigilia de Confirmación que se realizó en el colegio el viernes 7 de junio.

Hola, Buenas noches a todos y todas:

Antes que nada, me gustaría contarles que me siento 100% desafiado, muy nervioso, pero inmensamente agradecido de tener la posibilidad de dar mi testimonio y compartir con ustedes en esta noche. Una noche que puede simbolizar el cierre de un largo proceso en el cual ustedes estuvieron inmersos. Un proceso que aparentemente termina mañana, pero cabros, el proceso nunca se terminará. Las dudas y los cuestionamientos van a ser parte de toda su vida, sobre todo en estos tiempos en donde la institución más desvalida dentro de la opinión pública es la iglesia.

Mi nombre es Esteban Vivalda, salí hace tres años del colegio y empecé a estudiar teatro en la católica. Mas adelanté me cambie de carrera y ahora estoy estudiando sociología en la misma universidad. Bueno, hoy estoy acá para contarles un poco de mi experiencia después de haberme confirmado. Estar en el colegio y confirmarse es bacán. Es confirmar lo que por años nos han estado enseñando y lo que por años hemos aprendido. Pero, la verdad, igual es una situación super ideal. Ideal, porque finalmente no hay tantos cuestionamientos dentro del colegio.

Todos somos relativamente parecidos. Ideal, porque es fácil no salir de esta cuadra de pocuro. Ideal, porque finalmente es un espacio seguro para todos. Ideal porque ser cristiano en este colegio es obvio. Pero al minuto de salir del colegio, te das cuenta de que no todo es tan ideal como lo es acá.

La gente te pregunta, la gente te juzga, la gente te pide explicaciones de las cosas que pasan. Sinceramente, para mí, hablar hoy en día de la Iglesia y de mi fe es sumamente difícil. Salgo a la calle y lo que veo es una iglesia destruida, una jerarquía que no sabe qué hacer con lo que se ha construido y se está construyendo.

Una Iglesia que ha cometido y está cometiendo errores garrafales, errores que lo único hace es alejarnos del mensaje que nos ha dejado Jesús. No es fácil para mí dar un testimonio viendo este contexto, no es fácil ser católico en estos tiempos. De hecho, como infidencia, me tuve que detener bastante tiempo para escribir lo que ahora les estoy leyendo.

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No queremos que las cosas sigan igual

En la actualidad, estamos siendo testigos de miles de cambios, de miles de cuestionamientos que conllevan cambios estructurales en nuestra forma de ver la sociedad, de ver nuestras relaciones personales y que obviamente nos afectan a todos y todas. No queremos que las cosas sigan siendo como se han estado construyendo. No queremos una iglesia millonaria. No queremos más sacerdotes abusadores. No queremos más víctimas de la iglesia. No queremos más laicos que estén sentados en sus casas, no queremos más palabrería, lo que queremos es acción. Lo que queremos es coherencia. Lo que queremos es empezar a transformar todas las cosas que se han estado haciendo mal por años y que hasta el día de hoy nos afectan, no solo dentro de la Iglesia, sino que en todos los ámbitos de la sociedad. Una pregunta: ¿Por qué se están confirmando si la Iglesia a cometido tantos errores? ¿por qué se quieren confirmar si este mundo es tan oscuro y tan perverso y además está afectando miles de personas en la actualidad? La verdad es que uno pensaría que no hay respuesta alguna, pero lo único en la que yo me puedo sostener y que para mí es en la base de todo, es el proyecto de Jesús.

Probablemente ese ha sido el problema que hemos tenido, hemos perdido el foco, hemos perdido el sentido, le hemos dado la espalda a Jesús, al proyecto de Jesús. Él es el que sostiene nuestra creencia. Él fue el primero que trajo al mundo un mensaje de salvación y liberación, una propuesta concreta y radical, pero que hoy en día resulta muy difícil de entender, porque nuestro sistema nos obliga a lo contrario.

Él trae al mundo la propuesta del Reino de Dios, el Reino de Dios aquí, en la tierra. Aquí en Chile. Aquí, en este planeta, que se está quemando. Aquí, en nuestra situación de privilegio. En su situación de hombres, ABC1. Aquí en nuestro día a día. Es en nuestra cotidianidad en donde Jesús nos llama a construir y vivir esta propuesta gigantesca y tan fascinante. Construir un lugar en donde nadie se quede afuera. No importa de dónde vengas, no importa tu condición sexual, no importa tu género, no importa tus ingresos ni tus metas en la vida. Todes, Todas y Todos caben en este proyecto.

No sé si sabían, pero mañana y el domingo se estará celebrando un hito muy especial en el tiempo litúrgico, Pentecostés. ¿coincidencia? No lo creo. Pentecostés, ese mismo momento que celebramos cuando éramos chicos y nos poníamos llamitas de cartulinas pegadas en las cabezas y cantábamos canciones como “Dios está aquí” u otros hits propios de Pre Kinder y de la básica…Todo ese show con el objetivo de conmemorar el hito de la historia en donde Dios se presenta en el Espíritu Santo, en forma de fuego.Fuego, ¿qué es el fuego? Un elemento que es producido por la combustión de materia, que en términos más prácticos es un elemento que nos da calor, un elemento que da luz. Un elemento que los primeros seres humanos utilizaban cuando estaban perdidos en la oscuridad y que los ayudaba a encontrar un camino y a protegerse del frio. ¿Por qué el Espíritu Santo se habrá aparecido con lenguas de fuego? Bueno, ese Espíritu Santo, que bajó de los cielos como fuego, es el mismo que se invocará mañana para que ustedes se puedan confirmar.

Eso significa algo clave. Ustedes se están comprometiendo a llevar la luz y el calor que nos trae Jesús al mundo, a nuestro país, a nuestra ciudad, pero más difícil aun, a nuestra vida cotidiana. Pero también nos invita a dejarse iluminar por el fuego que vive en otros, porque no somos los salvadores del mundo. Ustedes se están comprometiendo a ser seguidores del proyecto de Jesús, pero no solo en misa.

Ustedes se están comprometiendo a seguir los pasos de ese Jesús pobre, de ese Jesús Misericordioso, de ese Jesús que no excluye, de ese que murió en la cruz por su propuesta, el reino de dios. Ustedes están comprometiendo con ese Jesús que es movilizado por nada más y nada menos que el amor. Pero ese compromiso hay que hacerlo en nuestro día a día. Cuando te tomí una chela en un carrete, intenta de llevar el mensaje de Jesús. Cuando estés en el metro, intenta de llevar el mensaje de Jesús. Cuando estés peleando con tus papás, lleva el mensaje de Jesús.

El mensaje de Jesús DEBE ser COMPARTIDO, porque si se queda en ustedes no funciona. El mensaje de Jesús se debe llevar en los más pequeños actos de la vida, porque osino no hay coherencia, no hay un mensaje claro y es eso mismo lo que le criticamos a la actual Iglesia. En lo personal, yo, Esteban, me siento llamado volver a mirar a Cristo, a llevar en acciones concretas y cotidianas el reino de Dios.

Un reino donde todos quepamos

Un reino de Dios sin fronteras, donde todes quepamos. Una Iglesia que tiene que ser movida por nosotres les laiques. Aunque seamos esas laicas que probablemente no sigamos al pie de la letra la tradición. Aunque seamos esos laiques que probablemente no se confiesan todos los días, pero que SÍ luchamos por generar un mundo en donde cada une cuente, simplemente ser parte de la creación de Dios. Esos laicos que buscamos una Iglesia coherente al mensaje de Jesús, en donde lo principal es la comunidad, los pobres y la justicia. Porque, ¿qué es ser cristiane-a-o?, ¿Seguir las reglas o los acuerdos que nuestros antepasados acordaron? ¿Acuerdos en donde nosotros no participamos? Acuerdos demasiado racionales, demasiados antiguos. ¿Acuerdos que ya pasaron de moda? Si tú te sientes amado por Dios, por Jesús. Si le encuentras sentido al mensaje de Jesús, te invito a sumarte a este cambio que tenemos que hacer los laicos, nosotros los laicos.

Necesitamos volver a creer en la Iglesia, no en esta Iglesia evangelizadora, capitalista y patriarcal, sino que, en una iglesia sencilla, en una iglesia pobre, austera, una iglesia que se construye como las antiguas comunidades cristianas lo hicieron, que por sobre todo tenían a Cristo como fiel referente.Uffff…

Hay mucho que hacer, hay mucho que transformar, y por eso les digo, se están metiendo en el manso cacho. Pero ¡vamos!, ¡transformemos la Iglesia!, ¡salgamos con el espíritu santo a cumplir la misión de Jesús! Volvamos a la base, a lo estructural, volvamos a Cristo. Sean Luz, sean calor, déjense consumir por el fuego de les demás, ese mismo fuego que se le llama espíritu santo, pero en su vida cotidiana, no en los ritos estrafalarios que tiene la iglesia actual. Cuestionémonos TODO, pero cuando digo todo es TODO. ¡Eso es lo que necesitamos! 

 Preguntarnos, dudar, llorar, creer, ser apasionados con el mensaje de Jesús. Llevarlo a todas las dimensiones de nuestras vidas. Juguémonosla por el Reino. Juguémonosla por cambiar todas las estructuras opresoras que no permiten que todas las personas de este mundo se sienten en una mesa como iguales a compartir el mismo pan y el mismo vino. Juguémonosla para hacer de este mundo, un poco más justo y armónico para todes. Muchas gracias.