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Palabras del rector a la generación 2019

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Palabras del rector a la generación 2019

Con una invitación a vivir  «atentos al contexto, como hombres de discermiento, siempre dispuestos a respetar al otro, aunque piense distinto», el rector del colegio Jorge Radic, despidió formalmente a la Generación 2019 y a las 69 familias que dejan el colegio, durante la ceremonia de Graduación el 22 de noviembre . Ver texto completo

 

 

Palabras del rector a la generación 2019

Estimado padre Juan Cristóbal García Huidobro (Presidente del Directorio de la Fundación Colegio San Ignacio El Bosque y delegado del Provincial de la Compañía de Jesús para el área de educación escolar), Sra Paulina Vera y Sr. Cristián Vergara Presidentes del Centro de Padres, Madres y Apoderados del Colegio, Sr. Nicolás Muñoz Presidente de la Asociación de Exalumnos, Sr Nicolás Stevenson Presidente del Centro de Estudiantes, estimadas familias y amigos que hoy nos acompañan, estimados educadores del colegio, y especialmente queridos estudiantes de la Generación 2019, muy bienvenidos a ésta su última ceremonia como alumnos del Colegio San Ignacio El Bosque.

Es imposible no traer el contexto país en esta ceremonia y no situar lo que viviremos en esta noche desde allí.
Celebramos la despedida del colegio de ustedes la Generación 2019, y esto nos mueve a estar alegres y satisfechos por el paso que dan. Sin embargo, al mismo tiempo, esta celebración se mezcla de sentimientos contradictorios, miedos, incertidumbre, esperanzas, expectativas.

Debemos elegir nosotros el modo como queremos vivir este tiempo y cómo queremos permitir que nos afecte.
Por ello en mis palabras de despedida les invito a vivir esta ceremonia no disociando el colegio de la calle. Les invito a vivir hoy “al modo nuestro de proceder”. Es decir, al modo de Iñigo, al modo de la Espiritualidad Ignaciana.

 ¿Cuál es ese modo?

1. Primero atendamos al contexto (el lugar la persona y su circunstancia). No pretendo hacer un análisis social o político; seguramente ninguno de los presentes tiene la perspectiva y claridad para comprender cabalmente la hondura de la crisis que vivimos y los hechos que la conforman. Lo que sí es evidente y claro, que ustedes dejan el colegio en un año marcado por la profunda crisis eclesial y política. Uno ambas crisis porque a mi juicio expresan una problemática común en su base: la experiencia de una sociedad que ha perdido la confianza en el otro, que vive sometida al exitismo individual, aferrada a espacios de poder que no se quieren perder y sin referencias comunitarias que unan y den sentido.
Una sociedad que demanda un nuevo trato …. Y eso es más que dinero en los bolsillos, es la crisis que busca una nueva manera de convivir.

2 .Entonces en este contexto surge el llamado. Como les decía nuestro Capellán hace algunos días atrás: el colegio les quedó chico. Vayan ahora con las herramientas aprendidas a ser un aporte a un espacio mucho más grande que está afuera. Ayúdenos por favor a construir la nueva Iglesia, sin abusos, menos clerical y menos de elite, una Iglesia en que la mujer participe con igualdad, una Iglesia de puertas abiertas, en la calle y no encerrada y temerosa de las nuevas ideas y expresiones de la cultura actual.

 3.No dejen de mirar el mundo con los ojos de Dios. Nuestra fe no se sustenta en una idea o concepto, es en el encuentro con la persona de un Dios encarnado. La base de nuestra fe se sustenta en la dignidad que Dios da a nuestra propia y frágil humanidad. Estamos llamados a insertarnos en el mundo con sus problemas, dolores, injusticias, alegrías y esperanzas. Que no los abrume ni la injusticia ni la aparente pérdida de sentido. No se llenen de amargura o falsas culpas, mantengan viva la compasión con el otro, en el lugar que ocupen sean un aporte para comunicar esperanza, sencillez y bondad.

4.Estamos llamados a ser contemplativos en la acción. Nuestra acción no es fruto de un activismo o voluntarismo destemplado. Busquen en su interior el silencio del encuentro con el Señor, con la espiritualidad, con la vida interior que palpita en cada uno de ustedes…. En lo profundo del corazón encontrarán calma y las respuestas que inspirarán su actuar.

5.Sean hombres que vivan el discernimiento. Muévanse con libertad, sin atarse a los medios, caminen ligeros de equipaje, con la indiferencia ignaciana, que está tan lejos de la apatía. Ser indiferente, ignacianamente hablando, es ser libre para poner su felicidad ni en la riqueza ni en la pobreza, ni salud o enfermedad, ni en vida corta o larga…. Sean hombres libres que no se dejan arrastrar por la moda pasajera.

6.Estén siempre prontos a salvar la propuesta del prójimo, a respetar al otro, aunque piense tan distinto a mi. El respeto surge del querer dotar de dignidad a todo ser humano,

Muchas veces las palabras de despedida tienen el riesgo de estar cargadas de generalidades y consejos de quienes se suponen que saben lo que vivirán, permítanme dar un giro y mirarlos a los ojos, y hablarles al corazón a nombre de todos los educadores que los han acompañado a ustedes desde hace ya 14 años.
Muchas Gracias por todo lo que hemos aprendido de ustedes
¡Gracias 4to Arriverdechi, 4to Valhalla 4toCensura y  to Nazo!.

Ustedes nos han ayudado a comprender que su valor y dignidad no se juega ni en el aro en la oreja ni en el largo del pelo, sino en el respeto que se tienen, en el generoso servicio a sus hermanos menores asistiéndolos en jornadas y campamentos. A ustedes particularmente los recordaremos porque nos han ayudado a remover nuestra conciencia dormida, para hablarnos de la violencia de género y del rol de la mujer. Gracias por provocarnos con su conciencia crítica para acoger la diversidad sexual. Nos han enseñado con tozudez a defender sus puntos de vista, han reclamado la inconsistencia de la Iglesia ante el abuso sexual. Sin que eso implicara regalarnos con la amistad y cariño que se han prodigado. Guardo en la retina la imagen tierna de algunos días atrás caminando por el pasillo de portería viéndolos llevar en brazos y sonrientes a sus compañeros y compañeras de prekinder. Este es el reflejo de la generación 2019. Les queremos y agradecemos por su historia la que ya está grabada en la vida del colegio.

Mucho éxito en lo que emprendan y ya saben que serán siempre bienvenidos.
Cuando recuerden su paso por el colegio, perdonen nuestros errores e inconsistencias, hemos querido darles lo mejor de lo nuestro y esa fue siempre la intención, aunque a veces nuestras acciones no hayan sido las que ustedes necesitaban o esperaban.

Al recibir sus cristos bajen y abracen con fuerza a sus padres, no se imaginan el orgullo y la alegría que les invade. Más allá de los aciertos y errores, hoy sólo basta cerrar los ojos y fundirse en un abrazo.

¡A ustedes papás y mamás, particularmente las 69 familias que hoy también dejan el colegio!! Gracias por la confianza y oportunidad que nos dieron de colaborar en la formación de sus hijos. El San Ignacio sigue siendo su casa, no se pierdan, las liturgias y las misas están abiertas para ustedes. Hoy además pueden seguir siendo socios de Santa Adriana.

Generación 2019, que el camino les sea propicio, que Dios los cuide, la Virgen los cobije e Ignacio de Loyola les inspire.