Oración Compartida Cuarto Domingo de Pascua
En este tiempo en que se nos pide quedarnos en nuestras casas, Jesús, el buen Pastor, nos ofrece una puerta siempre abierta: la puerta de su propio corazón. Ver video y textos
Lecturas y homilía
Oración Compartida Cuarto Domingo de Pascua
En este tiempo en que se nos pide mantenernos en nuestras casas, Jesús el buen Pastor, nos ofrece una puerta siempre abierta hacia verdes pastos que dan vida en abundancia; la puerta de su propio corazón… Allí la palabra se llena de silencios y el amanecer hace nuevas todas las cosas.
Homilía
El evangelio de este Cuarto Domingo de Pascua nos recuerda que somos pueblo/rebaño de un solo pastor. “Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí», dice Jesús. Pero luego en diálog con los fariseos «Jesús realiza un giro inesperado (ante la porfía del auditorio), y pasa de la imagen del guardián/pastor de las ovejas a la imagen de la puerta.Yo soy la puerta de las ovejas. Puerta abierta, sin rejas ni candados. Puerta libre donde se puede “entrar y salir y encontrar alimento”. Puerta no que encierra, sino que libera. Puerta que ofrece vida, “y vida en abundancia”. ¡Qué maravilla se tratados y ser considerados de este modo por Jesús nuestro Pastor! Nos hace libres regalándonos libertad. Nos llama por nuestros nombres para ofrecernos vida abundante. Nos abre la puerta de su propia vida para que entrando tengamos vida y para que salgamos a compartir esa vida. Nunca encierra. Siempre libera» Ver homilía completa.