Músicos para tiempos extremos: interpretación de Martín Concha
En el contexto del trabajo «Músicos en tiempos extremos», Martín Concha del III Medio C interpretó la canción «Yesterdar», de Paul Mc Cartney. Ver más.
Música para tiempos extremos: interpretación de Martín Concha
En el contexto del trabajo «Músicos en tiempos extremos», Martín Concha del III Medio C interpretó la canción «Yesterdar», de Paul Mc Cartney.
Su reflexión fue la siguiente:
«La pieza que opté por interpretar para el trabajo de Música de «La música en tiempos extremos» es Yesterday de The Beatles. Desde hace y mucho tiempo que conozco y me ha gustado está muy bella pieza, que me ha acompañado en los momentos más difíciles, pero es solo ahora en la cuarentena con este trabajo que me he dado la oportunidad de tocarla en piano, instrumento que toco hace muchos años, pero al cual nunca le había dedicado tanto, ya que en estos momentos el tiempo no me hace falta, y he encontrado inspiración para practicar. Sin embargo, podría haber tocado para este trabajo cualquier otra pieza. No lo hice. ¿Y por qué? Por dos razones en particular. La primera es que en este tiempo de confinamiento he conocido mucho de The Beatles, que conocía antes pero no encontraba tan increíblemente espectacular, como pienso ahora, que es la mejor de la historia. He escuchado, y escuchado bien (me han llegado) tanto estas letras, que cuando supe que podía tocar una de estas canciones, no dudé en hacerlo.
Y la segunda razón, que es más importante y profunda que la primera y por la cual elegí esta canción y no otra de The Beatles como Hey Jude o Let it be (mis favoritas con Yesterday) es que al igual que McCartney cuando compuso esta bella canción, que soñó y tocó inmediatamente al despertar para no olvidarla, diciendo All my troubles seemed so far away, Now it looks as though they’re here to stay («Todos mis problemas se veían tan lejanos, Ahora pareciera que están aquí para quedarse) siendo que con la música y su compañía hay que aferrarse a la vida hasta que vuelva a brillar. Hay que valorar lo que queda bueno en ella, que ahora vemos mucho más claramente, porque antes las enfermedades, no estaban en el centro de las preocupaciones de la mayoría y ahora sí. Hay que valorar la presencia de la familia que tengamos, nuestras gigantescas oportunidades, por estar en el colegio que estamos, que el pan no nos falta… ya que en un dos por tres todo puede convertirse en preocupaciones. Por esto invito a todos a aferrarse a lo bueno de sus vidas, que ya pronto nos volveremos a abrazar».