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María, madre de Chile

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María, madre de Chile

Todo el colegio se reunió el viernes 8 de noviembre, para iniciar el Mes de María y rezar para que María, que siempre estuvo atenta a las necesidades de los demás, nos ayude a construir juntos la justicia, la dignidad y la paz que Chile tanto necesita. Seguir leyendo

 

 

María, madre de Chile

Todo el colegio se reunió el viernes 8 de noviembre en el patio central para iniciar el Mes de María, pidiéndole a ella  que siempre estuvo atenta a las necesidades de los demás que juntos podamos construir la justicia y la paz que necesitamos como país. Cinco carteles, aludiendo a la Dignidad, a la Justicia, el Respeto, el Servicio y el Diálogo, acompañaron el encuentro que presidió la imagen de la Virgen de Monteserrat, junto a una gran bandera de Chile.

«Nos hemos encontrado  como comunidad en torno a María, Madre de Chile  y Compañera, para iniciar el mes de para María», señaló Ramón Aguilar, coordinador Pastoral del Tercer Ciclo, al iniciar el encuentro: «Ella nos acompaña y bendice en este momento que vivimos; María que estuvo atenta a las necesidades de las personas nos queremos encomendar  como comunidad y como país para  que junto a ella podamos construir la justicia y la paz que necesitamos».

Acompañando la construcción de un país más justo

En ese contexto el capellán del colegio, Pablo Castro sj señaló:
-Hoy día saludamos a María y escuchamos su palabra poderosa y decidida: «Deshizo los planes de los soberbios«.  «Derribó de sus tronos a los poderosos«.  «Despidió vacíos a los ricos y colmó de bienes a los hambrientos».  Son declaraciones que sobresaldrían como pancartas en cualquier marcha por la justicia y la paz.  María toma las pancartas de su pueblo.  Une su experiencia de Dios a la construcción de un mundo más justo. Se hace disponible y servidora para que venga a nosotros el reinado de Dios: reinado de paz, de justicia, de dignidad.  Es el clamor del pueblo chileno.  Es lo que deseamos construir nosotros también como comunidad ignaciana.  Pedimos a María que nos guíe y nos acompañe, que no tengamos temor de levantar esas pancartas como lo hizo ella.  Y que comencemos por respetar la dignidad de cada uno y de cada una entre todos los que compartimos la vida cada día, en el país, en el colegio y en la sala de clases. Que así sea.

Al momento de las peticiones, representantes de todos los estamentos de nuestra comunidad, leyeron las siguientes pancartas intercaladas con el canto, «Chile una mesa para todos, Chile una patria donde todos podemos estar…»

  • Dignidad, para que todas y todos  puedan ser tratados como aquello que más importa. 
  • Justicia, como ejercicio darle a la persona aquello que le corresponde en atención a su dignidad. 
  • Respeto, en la diversidad de posturas y expresiones que nos enriquecen y ayudan construir una  sociedad  más humana. 
  • Servicio, como práctica cotidiana donde con alegría nos ponemos al cuidado de la Casa Común y de quienes habitamos en ella. 
  • Diálogo, como herramienta fundamental para el encuentro y la resolución de conflictos.  

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