Desafíos del desconfinamiento
Ximena Carreño, enfermera del colegio y presidenta de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar, explica las precauciones y desafíos que plantea el paulatino desconfinamiento. Ver más
Ximena Carreño, enfermera del colegio y presidenta de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar
“Debemos seguir cuidándonos como el primer día”
Una de las claves para prevenir nuevos contagios durante la pandemia han sido los protocolos sanitarios como el uso de mascarillas, el distanciamiento físico o el correcto lavado de manos. Múltiples especialistas nos han enseñado una manera distinta de vivir para cuidarnos tanto a nosotros mismos como a los demás.
Y en el SIEB tenemos a nuestra propia especialista: Ximena Carreño, enfermera del colegio y presidenta de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar (SOCHIESE). En esta entrevista, Ximena nos explica sobre las precauciones más efectivas para combatir el coronavirus, además de los desafíos propios de la nueva fase de reapertura que estamos experimentando.
En esta nueva forma de vivir, ¿Qué es lo más importante que debemos cambiar como lógica cotidiana?
Lo primero es que debemos tener muy claro es que estamos en una pandemia, y no estaremos todos seguros hasta que TODOS estemos inmunizados, vale decir vacunados. Todos somos susceptibles de enfermarnos, y el virus está en todas partes: está esperándonos en la puerta de salida de nuestra casa, o también puede entrar si no tenemos cuidado cuando regresamos, o venir en nuestras compras, o cuando nos vienen a dejar algo.
Por eso yo debo cuidarme para ti: si me cuido te cuido a ti también. Hoy por hoy, nuestra rutina debemos cambiarla, y adaptarla a esta nueva etapa que vivimos en espera de la tan ansiada vacuna. La prevención clave por ahora es salir solo si es indispensable. Por otra parte, conocer, practicar, y reforzar permanentemente en mi grupo familiar los 5 pilares de prevención recomendados, que son:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón por 40-60 segundos, o higienización de manos con alcohol gel.
- Uso correcto de la mascarilla, que tape nariz y boca.
- Cuidar de la mantención de la higiene, o etiqueta respiratoria.
- Distancia física segura, mal conocida como distancia social, que debe ser estricta para cada una de mis actividades. Esta es de 2 metros.
- Compromiso de que, en caso de que yo me sienta mal, me quedo en casa.
Como enfermera, ¿Qué recomendarías para este tiempo en que se empiezan a liberar las cuarentenas, pero la pandemia no ha terminado?
Debemos recordar que el virus está presente y esperando al que se descuida para infectarlo, por tanto, debemos ser muy cuidadosos, ya que el paso de la liberación de la cuarentena da una falsa sensación de normalidad, que lleva por ende a una falsa sensación de seguridad.
Erróneamente, puedo sentir esa seguridad para mí mismo, o para mi familia o amigos, porque esa falsa percepción, que la da en parte el desconfinamiento, de salir da una gran posibilidad de diseminación del virus, y es muy alta si tú no te cuidas. Por lo mismo, yo te necesito atento para que me cuides y me des la posibilidad de cuidarte.
Es justo y necesario destacar que en muchas ciudades en que se suspendió el confinamiento los casos aumentaron importantemente, por tanto, desde mi mirada debemos seguir cuidándonos como el primer día y ser cada uno agentes catalizadores de una capacitación continua. Por distintas razones, si no somos del área de la salud, nos cuesta comprender el impacto de una pandemia.
De acuerdo a la edad, ya sean niños o adolescentes, hay distintas “demandas” o necesidades para estos días de reapertura, que pueden implicar un gran riesgo de rebrote. ¿Qué medidas aconsejarías para cada edad?
En primer término, lo más importante es tener un concepto claro de pandemia, y es la familia la que debe conversar inicialmente acerca de los riesgos con cada integrante, con todos los pros y los contras de cada una de las actividades que se van a planificar. Luego esto debe hacerse en la comunidad educativa. Esta es una buena opción de que (los estudiantes) se capaciten unos a otros, y puedan conocer la importancia de la prevención, que es tarea de todos.
Por otra parte, hay que conversar y acordar cuáles son los riesgos de las demandas o deseos de cada integrante del grupo familiar. Tenemos claro que los niños pequeños quieren ver a sus amigos, ir a la plaza, quieren volver a usar los juegos fijos, andar en bicicleta, jugar a la pelota… El análisis y la conversa en familia, a la vez que previene, aporta una posibilidad de diálogo y cercanía.
Los adolescentes quieren estar con sus amigos, conversar, ir a fiestas, carretear… Usan la frase engañosa: “tranquila mamá ellos se cuidan “. Creo que la hemos escuchado, y los resultados todos los conocemos. Debemos actuar pensando que el otro y yo tenemos Covid-19, para programar el cuidado y prevención.