Jesús nos confía al Padre

Jesús se despide de sus discípulos y a ellos, como a nosotros hoy, nos confía al Padre. Las lecturas comienzan a anticipar el Espíritu de Pentecostés, fiesta que celebraremos el próximo 31 de mayo.Ver más 

 Sexto Domingo de Pascua

Jesús nos confía al Padre

 En medio de estos largos días de cuarentena, en que se nos pide cuidarnos y cuidar a otros, el Evangelio del domingo nos regala un diálogo de Jesús con su Padre, en el que junto con ofrecerle la donación total de su propia vida, le confía a su cuidado la fragilidad de nuestras vidas, necesitadas de la comunidad. Poco a poco las lecturas comienzan a anticipar el Espíritu de Pentecostés, fiesta que celebraremos el próximo 31 de mayo.

HOMILÍA: «Con vocación de mingako«

En el Evangelio de hoy, Jesús conversa con su Padre ante los discípulos, en una oración en la que le entrega su propia vida, al tiempo que «devuelve» a quienes les fueron confiados: los discípulos de entonces, y nosotros y nosotras, los de ahora, afirmando Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él. ¡Qué vocación más desafiante!. (,..) En el mundo mapuche hay una imagen muy bonita, la del mingako, que da cuenta del sentido profundo de nuestro estar en el mundo:

«Estamos en el mundo en comunidad. Somos comunidad o simplemente no somos. Somos frágiles. No podemos existir por nosotros mismos ni para nosotros mismos. Simplemente no se puede. Somos seres de comunidad desde nuestro nacimiento en el mundo, y desde nuestro origen en Dios. Tal vez es una de las grandes verdades que nos está obligando a recordar la pandemia: somos comunidad. Lo que le pasa a unos nos afecta a todos. Lo que hago yo le afecta a los demás. Estamos llamados a trabajar en mingako, a colaborar unos con otros, unas con otras, todos, todas. Nadie puede excluirse. Nadie debe ser excluido.  En esta comunidad caben todos, todas» Ver homilía completa