De la herida al encuentro con el Cristo pobre y humilde
Tras recibir la bala de cañón que cambió abruptamente todos sus planes, San Ignacio comienza un camino que, con altos y bajos, finalmente lo llevará a dejarse conducir enteramente por Dios.
De la herida al encuentro con el Cristo pobre y humilde
Tras recibir la bala de cañón San Ignacio comienza un camino que, con altos y bajos, finalmente lo llevará a dejarse conducir enteramente por Dios, hasta poder decir en todo: «es el Señor». En dos