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Dar pasos audaces

Un grupo de jesuitas que trabajaron o han colaborado en los últimos años en el colegio, se reunieron en septiembre de 2016 a conversar sobre su diagnóstico actual  y sueños para el colegio de los próximos años.En términos generales se instó a dar pasos audaces para articular mejor las distintas experiencias curriculares y formativas.

Dar pasos audaces

Un grupo de jesuitas que trabajaron o han colaborado en los últimos años en el colegio, se reunieron en septiembre de 2016 a conversar sobre su diagnóstico actual  y sueños para el colegio de los próximos años.En términos generales se instó a dar pasos audaces para articular mejor las distintas experiencias curriculares y formativas.

En términos generales se instó a dar pasos audaces para articular mejor las distintas experiencias curriculares y formativas. Asimismo, se subrayó la necesidad de acompañar la trayectoria escolar de los estudiantes, generando instancias de acogida y apoyo permanente, ante las diversas problemáticas familiares y sociales que enfrentan los niños, niñas y jóvenes hoy.

Punto importante de la reflexión fue la necesidad de abrir la sala de clases a vivencias significativas en espacios diversos, y a asegurar una progresión en la formación social, afectiva y espiritual que se inicie con las familias en los primeros años de escolaridad y acompañe luego a los estudiantes en el discernimiento y visión trascendente de la vida.

Debemos tener la osadía, la iniciativa, la creatividad de plantearnos curricularmente en una malla que transmita nuestra cosmovisión; que articule saberes, que una fe y razón, arte y ciencia….

Algo que debemos subrayar es la idea del mundo, que nada nos es ajeno, que hay algo muy sagrado en la historia; que no hay dos historias: una sagrada y una profana -Jesús disuelve eso- sino que hay una sola historia,una historia del ser humano… porque para el que sabe mirar, como dice Teillard, no hay nada profano.

Eso es muy ignaciano. Eso se debiera desarrollar transversalmente en el colegio.

El colegio debe ser ante todo un generador de vínculos, un espacio educativo para conocer, valorar y promover la diversidad de talentos.

Tenemos un desafío de profundidad que nos ayude a vencer una racionalidad instrumental que solo ve rankings y no procesos.