Coeducación: ¿Cómo le va a la primera generación mixta?
Un importante trabajo conjunto entre apoderados y educadores es el que lleva a cabo la comisión de Coeducación del colegio.
Coeducación: ¿Cómo le va a la primera generación mixta?
Tras cuatro años del ingreso de las primeras alumnas al colegio y en que la primera generación mixta está cursando tercero básico mucho ha cambiado en el colegio. Acompañando de cerca los cambios asociados a la llegada de las niñas, la Comisión de Coeducación que integran apoderados y los educadores Christian Aravena, Carolina Blanco, Luz María Fernández y Pilar Diez del Corral, inició un importante estudio orientado a identificar sus principales repercusiones. Más concretamente, los efectos cognitivos, personales y sociales en los estudiantes, que pueda atribuirse a la coeducación en el Colegio San Ignacio El Bosque.
Las dos preguntas claves que se desprendieron de este trabajo fueron: primero, si existen efectos a nivel de generaciones, comparando los resultados de la última compuesta sólo por hombres con la primera mixta (generaciones límites). Y, en segundo lugar, si se encuentran diferencias de resultados en las áreas académica, socioemocional y espiritual religiosa. De esta forma y tras un tratamiento cuantitativo realizado con herramientas estadísticas y econométricas, el estudio llegó a cuatro principales conclusiones: dos asociadas a las diferencias entre las generaciones límites y dos ligadas a aquellas presentes entre niñas y niños.
Efectos analizados
Los hallazgos asociados a las diferencias entre generaciones fueron: en primer lugar, en el ámbito de resultados y habilidades académicas, se encuentra un efecto causal positivo de pertenecer a la generación mixta en los resultados de inglés.
En segundo lugar, en la dimensión de desarrollo personal y social se observa una evolución creciente en la brecha entre generaciones a medida que se avanza en nivel educacional: en un principio, en la muestra correspondiente a Pre-Kinder y Kinder no se encuentran efectos significativos en ni una variable de interés, mientras que en primero y segundo se encuentra un efecto positivo de pertenecer a la generación mixta tanto en una variable de desarrollo social -se integra y relaciona respetuosamente con compañeras/os-, como en una de desarrollo religioso-espiritual -manifiesta actitud de respeto en momentos de oración.
Respecto a los hallazgos asociados a los efectos de ser mujer u hombre se observó, que dentro del marco de resultados y habilidades académicas, en primero como segundo básico no se encuentran efectos significativos asociados al sexo del estudiante para los rendimientos y habilidades en matemáticas, lenguaje e inglés.
En cuanto a la dimensión de desarrollo personal y social, vemos que se repite la evolución creciente de las brechas entre niños y niñas: en la muestra compuesta por los cursos de Pre-Kinder y Kinder, existe un efecto causal positivo de ser mujer en dos de las ocho variables estudiadas, una perteneciente al desarrollo personal – autoevalúa su aprendizaje a través de la reflexión-, y la otra perteneciente al desarrollo religioso-espiritual -mantiene una actitud de respeto y recogimiento en la capilla.
Sin embargo, al hacer el mismo análisis en la muestra de primeros y segundos básicos, las variables en donde se encuentran efectos causales positivos pasan a ser cuatro de las ocho en cuestión: una de desarrollo personal -reconoce y expresa sentimientos-, una de desarrollo social -se integra y relaciona respetuosamente con sus compañeras/os- y dos de desarrollo religioso-espiritual -mantiene actitud de respeto en momento de oración, y participa adecuadamente en las liturgias.
En conclusión, en cuanto a las diferencias entre generaciones, a medida que pasa el tiempo se van mostrando mayores beneficios de la coeducación implementada en el Colegio San Ignacio El Bosque, tanto en el desempeño académico como en el desarrollo personal y social de los y las niñas.
Por otro lado, en cuanto a las brechas entre mujeres y hombres, existe un riesgo de que ́estas vayan aumentando a medida que los y las niñas vayan creciendo; este riesgo se presenta en ambas dimensiones estudiadas.