Padre bueno, fuente de toda la vida:

Bendice esta agua, nuestra hermana en la creación, con la que consagraremos la cruz de tu Hijo Jesús, que es también la cruz de tus hijos ignacianos.

Que la vida y la palabra de Jesús reflejada en este Cristo los acompañe en todos sus caminos y los haga portadores de paz, justicia y bondad. Que puedan reconocer en el rostro de este Cristo a todos los crucificados de este mundo y de nuestro país, a Catrillanca y a todas las víctimas de la violencia y la injusticia. Que esos rostros nos conmuevan, nos movilicen y no nos dejen indiferentes.

Que esta agua nos recuerde también el cuidado de nuestra tierra y de toda la creación. Que seamos todos guardianes y custodios de nuestra casa común y fieles servidores de la misión de Jesús.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,

Amén.