La necesidad de difundir una cultura poco reconocida en nuestro país es una urgencia que en la Banda Fusión San Ignacio asumimos como un deber irrenunciable. Por eso llegamos a la Patagonia y su gente: Karukinka [en voz selk’nam: “Nuestra tierra”, nombre original de Tierra del Fuego]. Una realidad que resulta enigmática para el imaginario centrino; una historia y costumbres escasamente valoradas por el poder central tan renuente a aceptar la chilenidad de nuestros gauchos australes. Muy por el contrario, mucho quisiera el “imperio” que los magallánicos y aiseninos adoptaran las costumbres del centro como si ese disfraz los hiciera más merecedores de la tierra que han conquistado con tanto esfuerzo. Miserias y soberbia de la cultura oficial.
El presente concierto es un homenaje a los hombres y mujeres que forjan un futuro en esas vastas tierras como antes lo hicieron sus antepasados de tan diverso origen; un tributo al impulso creador del artista, como el Taller Alturas de Punta Arenas, de cuya obra Canto a Magallanes tomamos la mayor parte del repertorio seleccionado. Se trata de un llamado al respeto por la diversidad y al reconocimiento de un territorio que ha sabido defender lo propio: algo que muy bien podríamos aprender acá en el norte.
La Banda Fusi{on San Ignacio agradece al Centro de Padres, Madres y Apoderados, a la Dirección Académica y a los sectores de formación de Artes Musicales, Artes Visuales, Lengua y Literatura y Ciencias Sociales. Sin su apoyo y patrocinio no habría sido posible esta obra.
Noticias destacadas
{module 317}
